sábado, 19 de enero de 2013

DIOS PROPONE, Y EL HOMBRE DESCOMPONE.

Las Hermandades, no tienen arreglo. Los mismos que criticamos en su momento la actuación de la Junta de Gobierno anterior cuando destituyó como capataz a  José Luis Sánchez López ó cuando suspendió a Pedro Lahera en sus funciones de Mayordomo por lo acontecido en Madrid, tenemos que volver a criticar la actuación de la Junta de Gobierno actual en cuanto a la aceptación de las dimisiones de sus cargos de Mayordomo, Capiller y Director de Cofradía de Pedro Lahera y de Luis Motrico, además de la destitución de José Luis Erdozain como capataz del palio.
Anoche el Hermano Mayor, nos anunciaba después de los cultos, dichas dimisiones, la aceptación de las mismas y los nombramientos de los nuevos Mayordomo y Director de Cofradía y la temporal designación del Capiller.
No entiendo como habiéndonos dado Dios la posibilidad de por medio de la palabra,  arreglar las cosas, priman sobre esta capacidad, los afanes de poder y los personalismos. Pero esto se entiende cuando queda confirmado por un hermano al que le ofrecieron hacerse cargo de la dirección de Cofradía a finales de Diciembre, que revoloteaba por las altas esferas el cambio de ciertos cargos.
Son dos pilares fundamentales de la Hermandad de los que se ha prescindido y su buen trabajo realizado queda amparado por el amplio curriculum cofrade que les acompaña.
Había anoche división de opiniones entre al amplio número de hermanos que sistieron a los cultos- empezaban los preparativos costaleros- y cada uno expresó libremente su opinión, desgraciadamente y por mayoría, en contra de las decisiones tomadas por la Junta de Gobierno.
Quedan dos años y medio de legislatura por delante y ya empiezan a torcerse las cosas por causa del EGO de cada cual.
Todos tenemos derecho a expresar libremente nuestra opinión al igual que los que tienen en sus manos la dirección de la Hermandad, de tomar las decisiones que crean oportunas pero que no necesariamente tienen que ser compartidas y aceptadas por todos, como esta que nos ocupa.
Si ahora llueven las criticas, no queda más que apechugar con ellas, y reparar, si es que se han cometido, los errores que pueden conllevar a que el resto de la legislatura no sea nada agradable. Ah, que conste que ya no vale para nada la manida: "excusatio non petita accusatio manifesta" "excusa no pedida, acusación manifiesta"

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